Nuestros ancestros no terminan al irse: somos un rompecabezas hecho de las piezas que ellos dejaron. Pero no somos sólo eso: somos lo que hacemos con eso y lo que ponemos de nuestra parte, desde nuestro propio espíritu (único, singular). Te comparto algo personal: hoy mi abuela cumple 21 años. Hace 80 años que cumple 21. Nació mamá, y a los 6 meses se tuvo que ir. Nos dejó a sus descendientes cuerdas de guitarra recorriendo el sistema nervioso, oídos como gargantas, -sedientos de poemas y canciones-, y un tesón pasional que a veces nos vuelve tercos y extremos. En verdad, hizo como que se fue, pero ya descubrimos que canta a través de nuestras cuerdas vocales y aprovecha este mismo teclado para decirles, viva de risa: “Aquí estoy!”. .
No importa qué
cualidades tuvieron los que vinieron antes que nosotros: de la crueldad de tu
tatarabuelo pudiste haber amasado compasión, pendulando hacia el otro
extremo... un gen perezoso y postergador pudo haber evolucionado hacia un
temperamento calmo pero activo... y hay talentos que se disiparon entre las
grietas del tiempo, siendo tu tarea sorberlos en tu plasma y darles presente. Ningún ancestro es despreciable:
somos quienes pueden transformar lo que fueron, en nosotros; hacer de su error, nuestro acierto.
Tampoco ningún ancestro nos da dignidad por herencia: la dignidad la sellamos
cada día con lo que hacemos, no viene con el apellido. De nosotros depende,
entonces, volvernos hábiles cosecheros para extraer buena fruta del árbol
genealógico que nos haya tocado.
Y me permito fundar esta
palabra: AUTOANCESTRAZGO.
La defino como la potestad de ser uno
mismo su propio ancestro, pues con lo que haga de mí hoy, -que será
el pasado de mi futuro-, estoy construyendo mi identidad del mañana, de la cual
soy plenamente responsable. Soy ancestr@ de mí mism@: heredaré en el futuro el
legado que hoy me deje con lo que haga de mí.
Benditos sean nuestros
ancestros: los más errados, los más acertados, los más lejanos y cercanos.
Benditos si bendecimos nuestra vida por propia decisión. Aquí me animo a
convidarles algo que escribí alguna vez, mirándome al espejo, en esos momentos
en que la mente está abierta y ve.
Que le acompañe a quien lo necesite!
MIS
ANCESTROS
Como
lava volcánica que cae
y, enfriándose, esculpe sus estatuas,
así mi identidad hoy cristaliza
la lava seminal de mis ancestros.
y, enfriándose, esculpe sus estatuas,
así mi identidad hoy cristaliza
la lava seminal de mis ancestros.
¿Qué
rostros bocetaron mis facciones
con gestos precursores de los míos?
¿Qué manos entrenaron la destreza
de mis manos enérgicas y suaves
tejiendo mimbre, escribiendo alfabetos,
pulsando teclas en los clavicordios?
¿Quién lloró su llanto inacabado
para que yo llorara lo inconcluso?
¿Qué genéticos puntos suspensivos
retomo al afirmar mis convicciones?
con gestos precursores de los míos?
¿Qué manos entrenaron la destreza
de mis manos enérgicas y suaves
tejiendo mimbre, escribiendo alfabetos,
pulsando teclas en los clavicordios?
¿Quién lloró su llanto inacabado
para que yo llorara lo inconcluso?
¿Qué genéticos puntos suspensivos
retomo al afirmar mis convicciones?
Vuestro
río de rasgos y pigmentos,
de tendencias, de imposibilidades,
de legados visibles e invisibles
circula en mis sanguíneas actitudes.
de tendencias, de imposibilidades,
de legados visibles e invisibles
circula en mis sanguíneas actitudes.
Miro
el espejo y miro en mi mirada
las miradas de quienes nunca he visto,
encastrando en vital rompecabezas
genealógicas piezas reencarnadas:
me alimenta la boca de mi abuela,
camino con las piernas de mi madre,
las cejas de mi padre se preocupan
ciñéndose en los pliegues de mi frente,
el tesón de lejanos bisabuelos
se empecina en mis propias tozudeces,
y veo en mi sonrisa giocondina
la de ajados retratos familiares.
las miradas de quienes nunca he visto,
encastrando en vital rompecabezas
genealógicas piezas reencarnadas:
me alimenta la boca de mi abuela,
camino con las piernas de mi madre,
las cejas de mi padre se preocupan
ciñéndose en los pliegues de mi frente,
el tesón de lejanos bisabuelos
se empecina en mis propias tozudeces,
y veo en mi sonrisa giocondina
la de ajados retratos familiares.
¿Quién
de ustedes, con enamoramiento,
azuzó los fuegos pasionales,
para que, cópula tras cópula, gestaran
al crío que encarnara mi alma huraña ?
azuzó los fuegos pasionales,
para que, cópula tras cópula, gestaran
al crío que encarnara mi alma huraña ?
Ancestros
que trenzaran un rosario
enhebrado con óvulos y espermas,
¿quién de ustedes temió lo que yo temo,
y quién pulió la daga del coraje?
¿Qué antepasado ignoto y legendario
resolvió la mitad del acertijo,
y transmitió insistentes inquietudes
para que yo asumiera lo faltante?
enhebrado con óvulos y espermas,
¿quién de ustedes temió lo que yo temo,
y quién pulió la daga del coraje?
¿Qué antepasado ignoto y legendario
resolvió la mitad del acertijo,
y transmitió insistentes inquietudes
para que yo asumiera lo faltante?
¿Qué
memorias ajenas se me evocan
cuando recuerdo lo que no he aprendido?
cuando recuerdo lo que no he aprendido?
Hoy
me toca a mí: yo los prolongo,
les recibo la antorcha y continúo
a partir de mi posta sus caminos,
haciendo mío su perenne fuego.
Soy ancestra del futuro. En mi diana
impactan las saetas que lanzaron
con sus arcos pioneros e inexpertos,
tan inexpertos como el mío propio.
les recibo la antorcha y continúo
a partir de mi posta sus caminos,
haciendo mío su perenne fuego.
Soy ancestra del futuro. En mi diana
impactan las saetas que lanzaron
con sus arcos pioneros e inexpertos,
tan inexpertos como el mío propio.
Heredo
las heridas y el talento,
tratando de no herir desde mi herida,
para que el mal defina sus enmiendas
y no se perpetúe en mi progenie.
tratando de no herir desde mi herida,
para que el mal defina sus enmiendas
y no se perpetúe en mi progenie.
Gracias
por tanto yerro y tanto acierto,
y por testamentarme la materia
que mi esencia nohumana precisara
para esta ocasión de nacimiento.
y por testamentarme la materia
que mi esencia nohumana precisara
para esta ocasión de nacimiento.
Benditos
los que alearon sus metales
para que yo forjara mi Herramienta.
para que yo forjara mi Herramienta.
© Virginia Gawel
Psicóloga, Directora del Centro Transpersonal de Buenos Aires
(En Facebook: Clickear aquí.)
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Permitida su
reproducción citando esta fuente y el sitio
web www.centrotranspersonal.com.ar
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Imagen: Kristen Fox
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