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Para pensar juntos...: "Lo que cuenta es lo que aprendes después de saber" John Wooden

domingo, 4 de febrero de 2007

Comprometerse con la Vida


Bello es el título de la biografía del poeta Pablo Neruda: "Confieso que he vivido". De eso se trata: de encarnar de veras. En la tradición del Budismo, por ejemplo, se dice que nacer un humano es un privilegio, y más lo es haber nacido con la posibilidad de llegar a absorber algo de Conocimiento. Y es bello deber honrar esa oportunidad, para desarrollarse uno mismo y para dar de sí a los demás...

Quizás hayan visto ciertas estatuillas que representan al Buda, en postura de meditación, y que muchas de ellas tienen sus manos dibujando signos. Esos gestos se llaman "mudras", y cada uno tiene un significado diferente (significado que se invoca al meditar sosteniendo ese gesto). Uno de ellos implica tener la mano izquierda descansando sobre el regazo, y la derecha tocando la tierra con la yema de los dedos. Ese mudra significa comprometerse con el estar vivo en este mundo. Esto es: dar lo mejor de sí, ser el mejor humano que uno pueda, y brindarle a esta Tierra lo que uno haya traído para dar. Y hay algo curioso: sólo al hacerlo la persona encuentro cierto regocijo: un profundo contento que no tiene que ver con el éxito o con ninguna otra cosa, sino con sentir que se está participando en la tarea con la cual uno puede dejar el mundo un poquito mejor que como lo encontró. Cuando se siente ese llamado (de allí viene la palabra "vocación" = "vocare" = llamado), puede que haya hasta cierta urgencia en brindarse, en dar de sí, en tener, cada uno en su puesto, una actitud activa para ayudar a otros que tengan menos posibilidades de las que uno haya tenido.

Volvamos al querido Neruda, que, desde su apasionada urgencia esencial, nos convida estas palabras en su poema "Oda a la claridad", para que no nos quedemos pasivos, para que no perdamos el tiempo. Que es una Utopía? Lo seguirá siendo solamente si quienes pueden hacer, no hacen, si quienes quieren dejan de querer (y, por favor, no dejen de leer lo que sigue al poema...):


Yo soy,
yo soy el día,
soy
la luz.
Por eso
tengo
deberes de mañana,
trabajos de mediodía.
Debo
andar
con el viento y el agua,
abrir ventanas,
echar abajo puertas,
romper muros,
iluminar rincones.

No puedo
quedarme sentado.
Hasta luego.
Mañana nos veremos.
Hoy tengo muchas
batallas que vencer.
Hoy tengo muchas sombras
que herir y terminar.
Hoy no puedo
estar contigo, debo
cumplir mi obligación
de luz:
ir y venir por las calles,
las casas y los hombres
destruyendo
la oscuridad. Yo debo
repartirme
hasta que todo sea día,
hasta que todo sea claridad
y alegría en la tierra.

PABLO NERUDA

Entonces: Les interesen o no las Artes Plásticas, no dejen de leer lo que sigue: puede abrir una puerta de tu interioridad. Son palabras del artista que ilustra esto que hoy compartimos. Además de su talento tiene una peculiaridad: al escucharlo, uno aprende, pues su dolor ha sido su Maestro. Aprende algo que es esencial: Comprometerse con la Vida. Gracias, Gabriel!

"Mi nombre es Gabriel Laufer. Tengo 32 años, un título universitario en Diseño Gráfico y una pasión: la pntura, gracias a la cual puedo expresar emociones, sentimientos y compartir mi sentir. Tengo una enfermedad: Esclerosis Múltiple (EM) que me dificulta en muchas cosas y me ha dado la gran oportunidad de cambiar y de aprender...

Tengo un cuerpo que no responde como quisiera, pero tengo también la certeza de que no soy sólo ese cuerpo.
Y estoy aquí, aprendiendo, riendo, creando, pintando, amando, viviendo con intensidad cada instante. Porque, como todos, tengo mucho más de lo que me falta. Sólo hay que saber verlo. Es una elección consciente.

Durante mucho tiempo estuve condicionado a “estoy bien o mal” dependiendo de cuán bien o mal estuviera mi cuerpo. Hoy me despego de él. Sé y siento profundamente que soy mucho más que lo que me pasa. La enfermedad ha sido, es una gran maestra. Estoy lejos de pensar: “Uy, tengo EM, pobre de mí!” Creo que todos atravesamos por circunstancias que nos ponen a prueba en la vida. No hay pruebas más grandes o más chiquitas, no es más importante o más dramático lo que me pasa a mí que lo que le sucede a cualquier otra persona.

La pintura es algo que sentí desde siempre, pero creo que llegó cuando debía. Lo hizo en un momento en que mis manos empezaron a temblar. No podía usar un pincel, lo que no significaba que no pudiera pintar, sino que debía hacerlo con las posibilidades que tenía.

Cómo podría haber imaginado a los 21 años, cuando recibí el diagnóstico de mi enfermedad, que la vida iba a depararme tantas sorpresas? Recuerdo el momento en que me impusieron usar un bastón. Lloraba sin parar, no quería aceptarlo. De repente, entre lágrimas, me di cuenta de que gracias a ese bastón que tanto rechazaba, podía mirar el cielo. Y seguí llorando, ya no de pena, sino de agradecimiento. Porque cuando tenés dificultades de equilibrio, sólo mirás el suelo, y darme cuenta del cielo fue alucinante.

La gran mayoría de la gente cree que la vida termina en la planta baja y se priva de ver la belleza que hay más arriba. Aprendí a aceptar y a regirme por dos leyes esenciales: la ley de impermanencia y la de incertidumbre. Vivimos tratando de aferrarnos a la ilusión de lo “seguro”: una relación, un trabajo, la salud, una posición económica... Nos angustia, nos desespera la posibilidad de perder el control sin darnos cuenta de que lo único que tenemos es el presente, el aquí y el ahora, pues todo lo demás es incierto, pues todo pasa. Quién sabe qué nos depara el futuro? Quién sabe si voy a estar siempre en esta silla de ruedas? No pienso preguntárselo al médico. El tendrá su opinión “segura”.

Yo sé que la vida es mucho más grande de lo que te puedan venir a explicar. Por eso, con consciencia, elijo estar abierto al misterio y a la sorpresa de cada día. Elijo, a cada instante, elijo pintar el paraíso, entrar en él y compartirlo. "

La presente obra se titula "Atravesando". Ver otras obras de Gabriel en el sitio de la Fundación para Artistas Discapacitados:
http://www.artistas.org.ar/plasticas/gabriel_laufer.htm

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