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Para pensar juntos...: "Lo que cuenta es lo que aprendes después de saber" John Wooden

domingo, 18 de febrero de 2007

Un relato: "¿Tiene sentido?"


Para la persona lúcida y sensible, que no quiere permanecer ajeno al dolor del mundo, tratar de hacer algo para mitigar ese dolor ajeno (que se vuelv propio) puede resultar sumamente desalentador. A veces ayudar nos enfrenta con la impiedad del sistema, con personas que ponen obstáculos a la buena obra, con la sensación de que es tan grande el problema, y tanto crece en este mundo lo que se dedica a dañar, que parece no tener sentido hacer nada de nada...

Sin embargo, así como la sumatoria de insconsciencias genera contaminación, muerte, horfandad, corrupción... la sumatoria de actitudes conscientes es quizás el único recurso con que la Humanidad cuenta para sortear este tiempo tan difícil. En esa tarea, es muy importante no perder de vista que cada pequeño gesto no sólo tiene sentido, sino que es necesario. Quién lo hará, sino uno mismo? Les compartimos un relato para que les acompañe en ese empeño cotidiano. La esencia de esta historia nos llegó sin autor. Y nos gustó tanto que aunque hace algunos años la hemos compartido, aquí va nuevamente. Haremos nuestra propia adaptación, mas si alguien conoce la fuente original, agradeceremos nos lo avise.


La imagen es la de un crepúsculo en la playa. Él, un muchacho joven, de dieciséis, o tal vez de menos, caminando hacia el oeste. Las olas golpeteaban la orilla desde lejos, con la marea baja, como si expresaran el ritmo de la respiración del mar.
De pronto, él vio a lo lejos una extraña silueta humana en arduo movimiento. Apuró el paso, imprimiendo su huella en la arena. A medida que se acercaba, vio que la silueta era femenina. Y desde más cerca aún, advirtió que la mujer era madura: tal vez ya sabría todo lo que a él tanto le asustaba aprender. Sin embargo, esa misma inseguridad solía volverlo algo arrogante, como impostando la falsa condición de “estar de vuelta”, de saberlo todo...
A medida que avanzaba distinguió que los frenéticos movimientos de la mujer consistían en arrojar estrellas de mar de regreso a las aguas: la marea baja había dejado un sinnúmero de ellas varadas en la arena, imponiéndoles el fatal destino de morir fuera de su elemento vital. Ella las recogía una por una y, como con urgencia, iba devolviéndolas al mar.
Él sintió como un sabor extraño dentro de sí, entre el sarcasmo y el desconcierto. Se paró a pocos metros de ella, y, sin saludarla siquiera, le inquirió:
- ¿Qué es lo que hace?
Ella, sin detenerse ni un instante, le respondió lo obvio:
- Las devuelvo al mar para que vivan.
Entonces él dejó salir en el tono de su voz ese sarcasmo inmaduro, paralelo a su desconcierto:
- Pero... son cientos... miles...!! Lo que usted hace no tiene sentido!
La mujer apenas lo miró de soslayo, sin perder ni un segundo. Tomó una estrella de mar y se la mostró, con su palma abierta, diciéndole:
- Para ésta... para ésta SÍ tiene sentido.
Y, prosiguiendo su solitaria tarea, la arrojó con premura al mar.

Todos dejamos una huella al pasar por este mundo. Y esa huella puede ser parte de las que mancillan esta Tierra, o bien una huella que ha buscado ser para el bien común, en cualquier orden que sea. Queremos invitar a que quienes están realizando algún tipo de acción personal o colectiva para mejorar en algo (poco o mucho) el entorno (su barrio, su ciudad, el mundo...), comparta aquí en qué iniciativa está participando (ya sea haciendo un click por internet en cualquier campaña ecologista, o bien por los derechos humanos, los animales, los niños, las cárceles ilegales, la tala indiscriminada, la violencia de género, el hambre, la educación, el arte...). Nos hará bien saber que existen! Para participar hacer click aquí. Y no dejen de leer lo que sigue:

Ilustración:Sembrador”, de Pilar Benítez Veloso; argentina, nacida en 1957, es parte de los artistas que exponen a través de la Fundación Artistas Discapacitados. A pesar de haber nacido sin ambos brazos por malformación congénita, a partir de los 5 años aprendió a coser, bordar, tejer y pintar con los pies, así como a hacer telar, macramé, grabado, litografía y diseño gráfico. Fue becada por la Asociación Mundial de Pintores que Pintan con la Boca o el Pié, con sede central en el Principado de Liechtenstein, a través de la cual sus obras son editadas en tarjetas y calendarios artísticos en muchos países del mundo. Ha viajado a distintos países no sólo a estudiar o exponer, sino también a dar conferencias y seminarios (España, México, USA...). Estando actualmente radicada en Córdoba, Argentina, y en su deseo de concientizar al ser humano a valorar y desarrollar todo su potencial, visita escuelas dialogando con alumnos y docentes, pintando y bordando ante ellos. También lo hace en parques y paseos públicos, conversando con la gente. Gracias, Pilar, por sembrar Belleza! (Para ver algo más de su obra y de su vida, o contactarse con ella clickear aquí.)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que tal,

Muy interesante la propuesta de este blog. En mi blog repentinamente es posible encontrar alguna entrada donde procurar la expansión de la visión transpersonal -y algunas otras cosas que pueden resultar interesantes- reciban una cordial invitación.

Saludos y hasta pronto!