La vida es como un tapiz, quizás prolijamente bordado. Sin embargo, el humano lo mira desde atrás: hilos de diversos colores, cruzándose de aquí para allá, desprolijamente y sin sentido alguno. Desde esa mirada, el tapiz es absolutamente cuestionable, y cuestionable el talento del bordador. Por eso el no comprender puede ser doloroso, enojoso... hasta que acontece: hay instantes en que, como por Gracia, podemos vislumbrar el frente del tapiz; y allí vemos que esos hilos "sin sentido" forman una espléndida figura, plena de Significado. Quizás cuando salimos de ese estado el intelecto pueda apenas poner palabras a lo comprendido, con tanta tosquedad como la de un niño copiando los diseños de la Capilla Sixtina... Sin embargo, es posible que a partir de lo vislumbrado nuestra vida y nuestra identidad se transformen en la hondura. Por eso muchas Tradiciones de Conocimiento no han dado importancia a la fe, sino a la práctica de ejercicios para esta ampliación de la conciencia. "No es una cuestión de fe: es una cuestión de práctica", dijo Thich Nath Hahn.
Aunque uno vuelva a ser parecido al que era antes de ese instante, el espíritu habrá quedado más holgado, como un calzado que fuera usado por un pie más grande... Podremos nuevamente equivocarnos, volver a cuestionar la Realidad y sus leyes... pero dentro, muy dentro, "algo" ya SABRÁ. Y "saber" de verdad no es patrimonio del intelecto; por eso es el mismo verbo que alude a captar el sabor, tal como saber el gusto de la miel o de las uvas: probarlo con la propia lengua, el propio paladar. De allí que los antiguos hayan llamado a la experiencia de la comprensión como "un solo Sabor": porque es idéntica si la vive quien esté leyendo estas líneas o si la vivo yo, si la experimenta hoy alguien en la China o un babilonio de hace miles de años... Se parece bastante al enamoramiento, sólo que la pasión la despierta el acto mismo de comprender. Ojalá que cada persona que lea esto "sepa" qué estoy tratando, torpemente, de expresar. Ojalá que, algún día, la bandita elástica de nuestra conciencia se estire hasta disolverse en el aire, y abarcarlo Todo... Mientras tanto, convido esto que escribí hace algunos años atravesada por esto que hoy digo. Quizás en alguien resuene. Quizás.
INSIGHT
Después de un tortuoso engendramiento,
gestado entre las aguas de mi hondura,
preñada de mí misma y por mí misma,
hoy he parido comprensión. Escuchen:
Luego de refutar con iracundia
lo eclesiástico y sus embaucamientos,
vituperando a la impiedad divina,
inconmovible ante los Diluvios...
Luego de irresolver los Acertijos,
encrucijada entre mis callejones
ante el dolor y su pasmosa inquina,
ante lo injusto, ante lo invalidante...
Luego de razonar las sinrazones,
con la sublevación de mis entrañas
irreverentemente cuestionando
las Leyes de lo Creado y lo Omitido...
Luego de erosionar mis lagrimales
con las sales de un llanto sin consuelos,
ensayando heréticos teoremas
sobre el concepto de lo Inconcebible...
Luego de rebelarme ante los Dioses,
exigiéndoles sus Significados,
suturando la lógica y sus velos
con estériles hilos de cordura...
Hoy encaja el Genial Rompecabezas,
cual Rompepechos: con exacto ajuste.
En lineal ligamen se conectan
las piezas de lo absurdo y lo escindido.
Todo cobra Sentido. Todo huele
a un Orden Inmanente, incuestionable.
Manifestándose lo Inmanifestado
enmudece mi impúdica ignorancia.
Y me hiervo en solventes llamaradas
de Comprensión. Acaso el intelecto
se enceguezca ante estas claridades
ajenas a su haber. Y es que la chispa
la ha encendido el Alma y no la idea,
no el pensamiento, la fatigosa cosa
pergeñada por el razonamiento.
Esta vislumbre me implica y significa.
Me abarca y me reordena. Me Enamora.
Me vuelve Uno con lo comprendido.
Se eternifica en mí. Se consolida.
Aunque en la marcha cotidiana olvide
este momento cosmovisionario,
quiero sellarme su reminiscencia
para alumbrar futuras ignorancias.
Y espaciosa quedo. Más madura.
Como una fruta del Árbol de la Vida.
Virginia Gawel
Está permitida la reproducción del texto de "Pensamiento Sensible" citando como fuente: Virginia Gawel & Eduardo Sosa, directores del Centro Transpersonal de Buenosa Aires, http://pensamientosensible.blogspot.com
pergeñada por el razonamiento.
Esta vislumbre me implica y significa.
Me abarca y me reordena. Me Enamora.
Me vuelve Uno con lo comprendido.
Se eternifica en mí. Se consolida.
Aunque en la marcha cotidiana olvide
este momento cosmovisionario,
quiero sellarme su reminiscencia
para alumbrar futuras ignorancias.
Y espaciosa quedo. Más madura.
Como una fruta del Árbol de la Vida.
Virginia Gawel
Está permitida la reproducción del texto de "Pensamiento Sensible" citando como fuente: Virginia Gawel & Eduardo Sosa, directores del Centro Transpersonal de Buenosa Aires, http://pensamientosensible.blogspot.com
- Te invitamos a expresar tu propia experiencia sobre este tema: clickeando aquí hallarás distintos Foros de participación (el principal se llama "Pensamiento Sensible"). Así podremos, como siempre, aprender todos de todos...
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Imagen: Antiguo bordado chino (detalle).
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